domingo, 30 de agosto de 2009

De árboles caídos y ciudades que desaparecen...



Como pueden ver, soy una persona perezosa, hace más de un año que no actualizo nada. Sin embargo esta tarde, mientras iba de mi casa hacia el trabajo, de pronto recordé a mi abuelo y esa época en que yo tenía nueve o diez años, esos domingos después del almuerzo en que salíamos a caminar por la ciudad sin rumbo fijo, conversando sobre el pasado, el presente y el futuro. En esas caminatas podíamos terminar recorriendo el cementerio, el parque, la rotonda norte, o cualquier otro lugar, pero lo que nunca faltaba eran los recuerdos vivos de quienes antes habían estado allí. Se preguntarán qué fue lo que me hizo recordar todo eso, bien, lo que trajo esos recuerdos, junto con un regusto a tristeza fue un grupo de hombres derribando y troceando un árbol de los pocos que aún quedan en la veredas de mi ciudad.
Verán... en esa época en que salía a caminar con mi abuelo, prácticamente todas las veredas de la ciudad estaban adornadas con unos hermosos fresnos, esos fresnos que ahora desaparecen, y los recuerdos se iban formando a medida que pasábamos a su lado. En cierta forma, la desaparición de esos árboles parece relacionarse directamente a la desaparición de la ciudad que recuerdo de esa época y a la de la ciudad que no conocí pero que mi abuelo supo describir tan bien.
Muy pronto, esos árboles y esa ciudad sólo serán fantasmas en mi mente, recuerdos que poco a poco también se irán borrando.
Por eso, quisiera que visiten el sitio de un amigo, Fernando Sturzenegger, alguien que saca fotos de esta misma ciudad y sus alrededores pero con la mirada de un poeta. Véanlas, y tal vez se hagan una idea de aquello que yo llegué a conocer tan bien y que hoy, poco a poco, se va...

También adjunto "Las Ciudades Invisibles" de Italo Calvino, una lectura que les resultará más que interesante.

sábado, 26 de abril de 2008

Libros: Esas delicadas bestias salvajes...


"...Y tan salvajes eran que debimos acabar con todos ellos...".
¿Acaso esas serán las palabras que dentro de no muchos años dirigirán los padres a sus hijos? Si las cosas siguen como hasta ahora, es muy posible. Los libros son como los tigres: hermosos, peligrosos y en extremo riesgo de extinción. De ser una herramienta de crecimiento y evolución humana, han pasado a convertirse en enemigos mortales de las clases dirigentes por lo que parece haber comenzado una campaña de exterminio contra ellos, ya que una persona que no lee, es una persona sin acceso a la información que le permita desarrollar completamente su capacidad de razonamiento y por eso mismo es más fácil de dirigir. Por lo tanto, para aquellos que todavía admiran a esas hermosas y delicadas bestias dedico este pack de títulos donde Descartes, Galeano, Gombrowicz y Twain se dan la mano.

viernes, 25 de abril de 2008

Del tiempo y otras ilusiones...


¿Cuántos de nosotros hemos deseado volver atrás en el tiempo?

En "Viaje a la semilla" de Alejo Carpentier podemos observar el proceso de ese regreso en el tiempo, pero también, el papel meramente pasivo del personaje principal, que no influye en los sucesos sino que es controlado y arrastrado por ellos hacia una reversión total de su existencia.

En el link con el título encontrarán el texto en formato Word 97/2003 y comprimido con WinRAR, espero que les guste y los haga reflexionar.

miércoles, 23 de abril de 2008

Todo comienza en algún punto...


Y como por algún lado se debe empezar, yo lo hago aquí...
Aunque al fin de cuentas, si la eternidad es un círculo, un Ouroboros, ¿estaré empezando o terminando?

T. S. Eliot nos lleva a reflexionar sobre ese tema con los primeros versos de su "Burnt Norton":

"Time present and time past
Are both perhaps present in time future,
And time future contained in time past.
If all time is eternally present
All time is unredeemable."


Principio y fin se desdibujan y forman una red tenue a la que llamamos realidad, una realidad física que poco tiene que ver con la realidad de nuestro pensamiento, esa otra realidad mucho más rica e infinita en la que podemos ser reyes o esclavos, santos o pecadores, o quizás, las dos cosas al mismo tiempo...

Así pues, les doy la bienvenida a mi realidad,
una realidad rectamente torcida,
oscuramente clara
y simplemente compleja...